En este comienzo de un 2015 que se avisora como la Re Edición de la Guerra Fria entre la Rusia y la OTAN, con un capitulo particular sobre la Guerra Financiera, debemos estar conscientes y bien atentos a los mecanismo que usan estos
terroristas económicos, que siempre han sido agentes de guerra, aunque vista de etiqueta, solo hay que evocar los años noventa y el paquete económico del Banco Mundial.
Es una alegría notar como Latinoamericana despierta unida y consciente a las intensiones Hegemonicas mundiales, se esta maerializando un frente común contra los fondos
buitres que están afectando la economía de Argentina, ya la idea de mundo globalizado y hegemonico esta dando paso a un mundo multipolar, con comunidades de paises que se defienden de la agresion de las intereses economicos internacionales.
Pero ¿Qué son los fondos Buitres? , son intervenciones planificadas desde los centros de poder económico mundial que se
dedican a comprar la deuda de empresas, economías o Estados soberanos próximos
a la bancarrota, que se encuentran en un estado crítico financieramente, para luego ser recuperados por los inversores con groseros y
elevados intereses, a costillas de los acreedores o Países, por lo que son auténticas máquinas de guerra
para extraer y apoderarse de recursos económicos en la crisis que son creadas por los mismo inversores.
Los fondos buitre no son
nada nuevos, empezaron a tomar fuerza durante la crisis de "los
bonos basura" en los años 80, también en la crisis de México
en los 90 y en los mismo Estados Unidos en el 2008.
En esta nueva etapa 2015 de CONEAVE ARAGUA, se inicia una nueva perspectiva para abordar la necesidad de formación de sus miembros y a la vez dar una apertura al desarrollo del Ecosocialismo en Venezuela, damos comienzo a una sección para el debate y la opinión, por lo que utilizaremos este medio para abrir esa nueva linea comunicacional.
Por lo que para dar inicio vamos ha presentar este articulo publicado el
domingo, 04 de enero del 2015 en Ultimas Noticias, para abordar ese
complejo enfoque socio económico dentro de nuestra realidad como
país.
PREJUICIO
ABRE OPORTUNIDADES EN BONOS SURAMERICANOS
En las pasadas dos
semanas ha habido una serie de reportajes en la prensa de negocios
que apuntan a un incumplimiento por parte de Venezuela en cuanto
al pago de sus bonos. Un periodista de Bloomberg News anunció el
9 de diciembre que "ya no es cuestión de si el Gobierno
incumplirá o no, sino cuándo lo hará".
Otro artículo de
Bloomberg advertía que Venezuela deberá $21 mil millones a
finales de 2016, pero que cuenta con apenas $21 mil millones en
reservas -como si los gobiernos pagaran sus deudas de sus
reservas.
Adicionalmente, CNN
sostenía que "el fantasma del incumplimiento se hace más
patente" para Venezuela, la cual se encuentra "profundamente
endeudada, y ha estado quemando sus reservas internacionales".
¿Los inversionistas
internacionales deben tomar en serio estas previsiones? Cuando existe
la duda, suele ser buena idea examinar las cifras. Existen dos tipos
de bonos denominados en dólares, a los que se refieren los
mencionados reportajes: los bonos soberanos o gubernamentales de
Venezuela, y los bonos de la compañía estatal de petróleos, Pdvsa.
A continuación se pueden
observar los totales, en cuanto a intereses y capital, que se deben
pagar en los próximos tres años (ver tabla).
Los totales para cada año
giran en torno a los $10 mil millones, de los cuales una mitad es el
capital y la otra mitad los intereses (después de 2017, los pagos de
capital se reducen a niveles bajos). Normalmente, Venezuela podría
prorrogar el pago de capital al emitir nuevos bonos para el capital
que se debe, lo cual dejaría unos $5 mil millones en pagos de
interés. ¿Quién puede creer que un Gobierno con un ingreso
petrolero de $50 mil millones (al actual precio de $54 por barril) no
puede pagar $5 mil millones en intereses?
Al parecer, algunos se lo
creen. El 16 de diciembre, los bonos soberanos venezolanos, que
vencen en marzo, alcanzaban un rendimiento anualizado de 76%,
mientras que los bonos de Pdvsa, que vencen en 2017, se vendían a 45
centavos de dólar. Son enormes los beneficios que puede obtener
cualquiera que esté dispuesto a apostar que Venezuela no incumplirá
en los próximos tres años y salga ganando.
De hecho, los precios
de los bonos de Venezuela están tan deprimidos actualmente, que el
Gobierno pudiera comprar el total de la deuda a pagar en los próximos
tres años, valorada nominalmente en unos $14,3 mil millones, por
menos de $9 mil millones. Quizás por menos que este monto,
tomando en cuenta que el Gobierno ya es dueño de parte de esa deuda.
Además, son tantos
los activos que se pueden vender incluyendo $14 mil millones en
oro que el mismo Gobierno pudiera hacer exactamente eso. Si este no
desea vender el oro, lo puede canjear por dinero en efectivo.
Luego está China, que le
ha prestado a Venezuela $46 mil millones en los últimos 8 años, de
los cuales $24 mil millones ya se han cancelado. ¿Será que China,
que considera a Venezuela como "aliada estratégica",
dejará que el Gobierno incumpla, por unos pocos miles de millones de
dólares o menos?
También tenemos el
caso de Argentina, cuyos bonos igualmente ofrecen un alto
rendimiento, en parte debido a la cobertura mediática que sostiene
que el país ya incumplió el pago de su deuda soberana. Esta
afirmación no es cierta, puesto que Argentina depositó el pago
completo de intereses para sus bonos soberanos, a ser distribuido a
sus acreedores el 30 de junio, pero el pago fue bloqueado por un juez
federal del distrito sur de Nueva York. Fue dicho juez
"excéntrico", de competencia dudosa (por decirlo
amablemente), quien hizo incumplir dichos bonos, no el Gobierno de
Argentina. No obstante, existe una serie de formas en que se puede
sortear esta decisión y jurisdicción, y dado que el Gobierno está
empeñado en pagarles a sus acreedores, así se hará.
La deuda externa del
Gobierno de Argentina que debe pagarse a acreedores privados
representa tan solo 7 por ciento de su PIB; no tendría sentido para
ningún gobierno incumplir el pago de tan poca suma de deuda.
Siempre
es una buena idea leer la prensa de negocios con un lente crítico.
En los países donde se observa un prejuicio mediático
particularmente fuerte, ello también puede resultar bastante
beneficioso para los inversionistas que así deseen hacerlo.
AUTOR : MARK WEISBROT
Codirector del Center for
Economic and Policy Research, en Washington, DC